República Skateboards en el Caribe.

Un barco encallado en la playa.

Texto y fotos: Olman Torres.

La noche anterior a este viaje estaba muy emocionado, tanto que me costó dormir, si es que cerrar los ojos por hora y media se le puede llamar dormir. Pero estaba tranquilo pues no me tocaba manejar las seis horas y resto que nos separaban de Puerto Viejo Limón, en el Caribe de Costa Rica.

Hacía mucho tiempo que no visitaba la provincia de Limón, más que un par de veces en los últimos tres años que fui a la playa de vacaciones con mi novia.

Este viaje era diferente, era un viaje de Skateboarding y en estos viajes mi papel consiste en documentar con mi cámara de fotos los trucos, lugares y el estilo de vida de los skaters en la carretera. Dejar un registro, contar la historia y por supuesto patinar cuando se puede. 

Lo interesante y especial de este viaje era el destino. El Caribe de Costa Rica es un lugar pintoresco y lleno de verdor, naturaleza, gente alegre, exquisita comida y una notable ausencia de lugares para patinar. Es un lugar perfecto para tener contacto con el mar y la naturaleza, pero no es la mejor opción para ir a patinar.

¿Por qué hacer un viaje de skateboarding a un lugar con ausencia de spots para patinar?

Con el tiempo he aprendido que el Skateboarding como lo vivimos nosotros es 25% trucos y 75% cultura, momentos y experiencias; a esto me refiero con todo lo demás que sucede a nuestro alrededor mientras estamos afuera patinando. Si todo ese 75% al que me refiero se tuviera que numerar la lista sería infinita, pero para explicarles un poco y dejarles mi idea más clara; es lo que se vive y disfruta en la calle con nuestro grupo de amigos, durante el viaje y las sesiones de skate. Es lo que vemos, olemos, sentimos, probamos, conocemos, aprendemos etc. Antes lo solía llamar “tiempo muerto”, un nombre que tal vez no es el mejor para la importancia del concepto. 

Miguel Castro.
Miguel Castro, fs boardslide Puerto Limón.
Khris Alex, flip to fakie.

¿Qué tan muerto es de verdad ese tiempo del que les estoy hablando?

Porque después de saberlo reconocer e interpretar, podría asegurar que de “muerto” no tiene nada. Es tiempo vivo más bien, que nos enseña todo lo referente a nuestra cultura y que nos sirve para la vida en general, si logramos entenderlo de verdad, abrir nuestros sentidos y entregarnos sin preocupaciones a las nuevas experiencias que nos brinda el camino. 

Una sesión de skate durante un viaje en carretera es puro trabajo de campo, no hay teoría, solo práctica. Durante un viaje con amigos aprendemos a conocernos mejor y cuando observamos a nuestros compas patinar, los apoyamos y aprendemos también a conocerlos mejor. 

Durante el “tiempo muerto, o tiempo “vivo”, según como lo quieran ver, pueden pasar horas mientras observamos a un amigo intentar un truco. Somos los observadores y a veces somos los observados. Nos metemos de lleno en la película del otro y aprendemos, observando, cuál puede ser el error por lo que el truco no le sale, somos entrenadores, damos consejos, exponemos nuestras teorías y apoyamos al compa o a los compas hasta que el truco les salga. Luego, si salió, celebramos como si nosotros mismos lo hubiéramos hecho, una alegría colectiva de un grupo de amigos que recorren el camino y comparten ese tiempo de sus vidas. Espero me haya podido explicar bien.

HT, MC y Khris Alex.
Luna.

Al Caribe fuimos Harold Tomlinson y su esposa Daniela, Luna su hija perruna, Miguel Castro, Khristopher Sutherland y quien escribe.

La ruta la hicimos pasando por Puerto Limón hasta Puerto Viejo. Para compartir un día con los skaters locales y hacer un workshop con los niños, dejar algo de producto para la comunidad y traernos fotos para dejar un registro y compartir la experiencia a través de esta publicación.

Khris & MC.

¿A quién se le ocurriría que patinar un barco encallado en la playa estaría cool?

A parte del taller que hicimos con los skaters locales, eso hicimos en este viaje. 

Encontramos un viejo barco encallado en la arena que con su presencia invitaba a cualquier curioso a subirse en el. Eso hicimos, y notamos que se podía patinar mientras estuviera baja la marea. Suelo oxidado, carcomido y muy deteriorado por el agua de sal, el sol y la arena, pero con una vista increíble y una presencia tan fotogénica que un simple ollie donde fuera que se pudiera hacer ya era un fotón.

Las imágenes que pudimos sacar eran nuestra recompensa por el viaje, el esfuerzo y la aventura. La celebración la hicimos después con un chapuzón en el mar y un exquisito rice and beans al más estilo caribeño, frente al mar y en la presencia del atardecer. También hicimos un par de parrilladas y algunas caminatas por el bosque y la playa, y una visita obligada a una imponente catarata en Bribrí, camino a la frontera con Panamá, otra belleza de la zona.

MC, drop in.
Khris Alex, flip.
Harold Tomlinson, roll in.
MC, wallride.

Así fue nuestra experiencia durante nuestra estancia en el Caribe, un lugar al que siempre queremos volver.

Si los invitan a visitar el Caribe no lo piensen dos veces, no hay mucho que patinar eso sí, pero no olviden llevar su tabla – de skate – que la experiencia de patinar en cualquier cosa que vean en el camino será una experiencia inolvidable, se los puedo asegurar.

Quiero agradecer a Harold de República Skateboards, Dani, Luna, Khris y MC por la compañía, a Lucy (la Westfalia de Dani y HT por llevarnos hasta allá), a Chris y Cabinas Maritza por la excelente atención y a los skaters de Puerto Viejo por la buena vibra y por haber compartido ese tiempo con nosotros. Bless!!!

Documentando Skateboarding

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