Soltar todo y largarse. Entrevista Andrés “Pato” Araya.

Guanacaste, por algún motivo que no tengo muy claro, siempre me conecta con una época muy linda de mi adolescencia. La raíz cultural de esta zona del país me parece muy interesante y también lo hermoso de su paisaje. Tengo un vínculo con este lugar, quizás por los libros que leí cuando estaba en el cole que hablaban o hacían referencia a esta tierra o por los paseos que hice años antes, de los cuales conservo buenos recuerdos.

Por eso volver a este lugar siempre me es agradable. Sé que cada viaje que hago a Guana quedará grabado en mi memoria.

Es un lugar dónde siempre la paso bien.

Cuando no puedo más y quiero escapar de toda la mierda, Guanacaste es mi primera opción. Es el retiro donde me siento bien al llegar. Lo he confirmado con los años.

Decidí hacer este viaje en solitario para escapar un poco de la monotonía y algunas molestias personales. Recargar energía en momentos difíciles, necesitaba aire fresco.

Simplemente tomé el carro, cargué lo necesario y manejé las cuatro o cinco horas hacia el norte del país. Tenía, de previo, un cierto plan. Hablé con un par de amigos para patinar y sacar fotos durante mi estadía.

Michael Rice me hospedó en Marbella un par de noches en una cabina para huéspedes que tiene en su terreno, una belleza de lugar con un DIY spot que ves desde la ventana del balcón apenas te levantás y con Pato Araya, que estaba en Nosara, me quedé el resto de los días.

En Marbella patiné durante el día y pasé las noches en completa soledad, escuchando los sonidos de la naturaleza. Grillos, monos desde los árboles y el viento que soplaba aire y polvo sobre las noches calurosas e iluminadas por la luna y las estrellas ante un cielo completamente despejado.

En Nosara, donde Pato, la pasamos patinando día y noche en el skatepark. Bajo una estricta dieta de frutas, agua de coco, café, pizza y birra para contrarrestar el calor.

Es bueno soltar todo y marcharse cuando no se puede más. El tiempo cura y los pensamientos se esclarecen en la ruta. La soledad es algo con lo que tenemos que hacer buena amistad. Es una buena compañera de vida.

Dejar el teléfono apagado en esta época en la que vivimos es liberarse. Recargarse únicamente con los sentidos es muy necesario. Patinar, leer, bañarse en el mar, en un río, tener los pies descalzos sobre la tierra, escuchar el sonido de los árboles, los pájaros, comer y dormir bien son placeres que no tienen precio.

Lo único que necesité durante este corto viaje era un techo o cualquier rincón para montar mi pequeño campamento: una hamaca, una botella de agua, un pequeño ventilador (en Guanacaste hace un calor infernal), un foco, un libro, una libreta de apuntes y repelente para mosquitos. Con eso mi vida estaba hecha.

Fueron cinco días de retiro totalmente necesarios. Quinientos kilómetros bordeando la península de Nicoya. Patinando y tomando fotos.

La primera noche en Marbella caí como una piedra y en la madrugada me despertó el sonido que hacían las gotas de lluvia contra el zinc, era un sonido muy intenso pero arrullador a la vez; un aguacero con tormenta eléctrica que se podía ver desde la ventana que da al balcón con destellos intermitentes que parecían los flashazos de una ajetreada sesión de fotos. Fue una noche espectacular.

Entrevista Andrés “Pato” Araya.

Fotografías por Olman Torres.

Eso Pato, primero agradecerte por estos días tan divertidos por acá y por dejarme dormir en tu casa. Empecemos con esta entrevista ¿En qué parte de Guanacaste naciste?

Nací en Liberia, pero viví toda mi niñez y parte de mi adolescencia en Tilarán. Pero siempre en Guanacaste.

¿En qué año empezaste a patinar?

Mi primera patineta me la dieron mis papás en 1992. Una de esas que llamábamos “panaderas” en Tila lo que hacíamos era tirarnos de cuestas. Pero ya en 1997 se puede decir que “empecé” a patinar. En ese año vi por primera vez a alguien hacer un flip.

¿Cuál fue tu primer contacto con el skate?

Fue gracias a unos maes de Tila, eran una generación mayor que yo. En la plaza de Tila. Ahí fue cuando me di cuenta que se podían hacer trucos con una patineta.

Bs tailslide.

¿Cómo fue tu primer contacto con el skatepark de Tilawa?

Nosotros en Tilarán teníamos unas rampas de madera. Habíamos hecho un bank, un riel, un box y Cyrus (el que construyó Tilawa Skatepark) llegaba a patinar con nosotros. La mataba, las rampas le quedaban pequeñas al mae. Después un día llegó Cyrus y nos empezó a hablar, nos dijo que tenía una rampa en su casa y nos invitó a patinar. Ese día nos montamos en el bus con él y nos fuimos. Llegamos y ya tenía construida la primera parte del skatepark, la mini rampa. Era toda una misión llegar a ese spot en ese tiempo. Para esa época el Hotel Tilawa tenía fama de fiesta, mucha locura. Entonces nosotros como estábamos chamacos no podíamos decir a nuestros padres que íbamos para ese lugar, no nos dejaban ir. Con el tiempo empezamos a ir seguido y Cyrus nos empezó a cobrar trescientos colones en esa época. Nosotros no teníamos plata entonces Cyrus nos ponía a trabajar. Limpiar el bowl, cortar el zacate etc.

¿Tilawa fue dónde patinaste por primera vez una transición?

Si, fue gracias a Cyrus y su rampa.

¿Cuándo aparecieron los primeros skaters de chepe por Tilawa?

Creo que a principios del 2000. Ya estaba cerrado el primer bowl y estaba el spine y el wallride del final. Creo que también ya estaba terminada la parte de street.

Recuerdo que los primeros skaters que vi patinando Tilawa fueron Coco, Hubert, Clarence. 

Recuerdo que construyendo el wallride grande a Cyrus se le vino un pedazo de concreto y le golpeó la cabeza, quedó inconsciente y tuvimos que llamar a la ambulancia. 

Después dejé un tiempo de patinar, me tuve que salir del cole, mis padres me pusieron a trabajar y me metí al colegio nocturno. Era muy tortero yo de chamaco.

Cuando volví a patinar ya el skatepark había evolucionado bastante. Ahí ya estaba Chata, los hijos de Jean Paul y otros compas que estaban patinando en Tilarán. Eso me motivó y decidí volver a patinar.

Viviste un tiempo en San José, pero volviste a Guanacaste ¿Por qué no lograste quedarte en San José?

Mae si, estuve en San José un tiempo estudiando y patinando. Me gustó, disfruté mucho pero no logré adaptarme del todo a vivir en San José. Guana es mi lugar y en cuanto a skate se refiere puedo ver una gran evolución en los últimos veinte años. Desde que apareció Tilawa y luego el bowl de Tamarindo, después han aparecido una gran cantidad de skateparks y nuevos skaters alrededor de todos los pueblos de Guana. Se abrió una gran ventana en esta zona para la gente que quiere aprender a patinar. Y si hablamos de Guanacaste como provincia en general ha crecido demasiado. Liberia es una ciudad capital al punto que el turismo que llega al país ya no tiene que aterrizar en San José para visitar el país, van directo a Liberia y sus alrededores. La arquitectura ha cambiado muchísimo, es más skate friendly.

Al punto que me atrevo a decir que Guanacaste es la provincia que tiene los mejores skateparks del país. Tilawa, Tamarindo, Villarreal, Guiones, Mutante, El Coco por decir algunos…

Guanacaste es una zona completamente turística y el surf es una de sus principales atracciones. ¿Crees que también puede llegar a ser un destino turístico para el skateboarding?

Sí claro, eso ha existido desde hace tiempo. Recuerdo que hace varios años cuando estuve trabajando en Tilawa (2003 – 2004) había reservaciones en el hotel de tres habitaciones o cuatro y cuando llegaban eran todos skaters. Se hospedaban ahí porque sabían de la existencia del skatepark por la influencia de Cyrus y cuando los veía patinar eran maes buenísimos. Maes súper underground. Una vez llegaron varios pros que estaban haciendo un reportaje para Thrasher, por ejemplo.

En la actualidad ya los turistas / skaters que visitan Costa Rica conocen dónde están los skateparks y bowls y vienen preparados para hacer surf, turismo y también patinar.

Se ve mucho en Tamarindo y ahora se está viendo también en Nosara por la existencia del skatepark.

Fs ollie.

¿Cómo fue la experiencia de conocer y trabajar con Monk?

Fue toda una experiencia para mí. Monk apareció porque la cuñada de él tiene una casa acá en Costa Rica. Yo trabajaba en una escuela de surf acá en Guiones y apareció el mae con los hijos. Recuerdo que los hijos lo estaban molestando porque el mae iba a alquilar un boogie board. Yo lo reconocí y le dije que sabía quién era él. Se me quedó viendo sorprendido y le mencioné que conocía a Cyrus Watson (que había trabajado para Grindline) y desde que le dije eso se quedó aun más sorprendido. Cyrus un mae de Seattle constructor de skateparks ¿qué iba a estar haciendo en Costa Rica?

Ese día Monk hizo la clase de surf con los hijos y volvió con camisetas, stickers y el teléfono. Llamamos a Cyrus desde su celular y hablamos un gran rato con él. Cyrus le decía a Monk “Pato es un aliado”. Y desde ese día empezamos a hablar más seguido. Después cada vez que venía a Costa Rica nos topábamos para patinar y janguear. Él incluso me contó que su plan era comprar tierra acá en Costa Rica y retirarse en este paraíso. Ya quería sentar cabeza y descansar.

Después con la construcción de la segunda fase de Esquina Skatepark (2017-2018) la dueña quería terminar rápido el skatepark. Y por diferentes motivos Kaleb (quién era el encargado de la construcción) estaba pasando por un mal momento, se tuvo que ir para Los Estados y quedé yo con otro compa medio tirados y a cargo de la construcción.

La construcción empezó a tener problemas y yo empecé a consultar a Monk y él muy amablemente empezó a darme ideas, consejos de qué podíamos hacer etc.

El proyecto seguía parado, nosotros no sabíamos qué hacer, no teníamos un plano ni siquiera una idea y la persona encargada no estaba ahí todo el tiempo, entonces el trabajo se empezó a atrasar y a complicar.

En un momento hablando con Monk él me dijo que sin un guía no íbamos a terminar el skatepark. Me dijo que si le conseguíamos un boleto de avión él venía a ayudar. Hablé con la jefa y la convencí de traer a Monk a Costa Rica. Le conseguimos el boleto y hospedaje.

Cuando llegó Monk vio el despiche que teníamos y se presentó con la jefa. Sacó un cuaderno de dibujo y de una hizo la propuesta del diseño. Que al final no quedó exacto pero muy similar a lo que él tenía en mente.

Después apareció Petzy le dio los últimos retazos al diseño y aportó ideas muy valiosas al plano final del skatepark.

Fue toda una experiencia para mí, aprendí demasiado de todo este proceso.

¿Kaleb, Monk y Petzi estuvieron juntos trabajando en el skatepark?

Kaleb y Monk si, hubo algunos roses. Pero Petzi llegó después ya cuando la tierra estaba casi en su totalidad preparada para empezar a poner el concreto.

¿Tuviste un accidente heavy en Eskina cierto?

Si, heavy me corté la pierna con la sierra cortando las últimas estacas. Ciento y resto de puntadas me hicieron. Me toqué un tendón, pero por suerte sobreviví. Estuve cerca del hueso y una arteria. Me llevaron en ambulancia a Nicoya.

Después volví y no pude trabajar más en el proyecto. Lo terminaron Petzy, Kaleb, Kien Más y otros compas.

El skatepark quedó terminado y estuvo abierto como cuatro meses. Después desgraciadamente lo cerraron. Aún sigue ahí, pero la propiedad está cerrada y el skatepark abandonado.

¿Cómo ves la escena de skate de Guiones en la actualidad?

Después del cierre de Eskina Skatepark la escena se apagó, muchos chamacos que estaban inyectados con el skate dejaron de patinar.

Después apareció este movimiento de la construcción del skatepark público y desde ahí ha venido creciendo sin parar. Muchos niños que antes solo surfeaban ahora están aprendiendo a patinar y están evolucionando rapidísimo. Los fines de semana el skatepark está siempre lleno de gente.

Yo sigo surfeando y patinando todos los días que puedo. Y ahora me siento más inyectado que nunca.

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