Intro Edición No36.

Por Olman Torres.

Hoy estuvo dura la sesión. Fue uno de esos días en que te entregas  hasta el final por caer un truco que, además, querías documentar y pusiste a tu compa a grabarlo por horas hasta casi agotar su paciencia. Pero al final todo salió.

Respiraste profundo y sentiste que valía  la pena seguir existiendo.

En días así es común pasar de la frustración a la alegría, del fracaso majadero  al éxito rotundo. 

Felicidad total gracias a un truco, por simple que sea, el skate te da la sensación de que ganaste tu propia batalla. 

Eso se celebra.

También se agradece al amigo o amiga, que bajo el sol y sin poder patinar por tu culpa  te acompañó, te grabó y no te abandonó en ningún momento. Un verdadero compañero de batalla o compañera.

Esto es algo que pasa mucho en el skate. Hay uno que hace el truco, uno solo, pero  todos lo celebran. Es una buena terapia de grupo.

Como skaters fracasamos todos los días y varias veces al día cuando patinamos. Nos caemos y nos levantamos. Nos golpeamos duro.

Aprendemos tanto a fracasar que ya no somos conscientes del fracaso como fracaso trágico porque sabemos que es el camino a lo que llamamos el éxito; éxito, en nuestro caso, es igual al truco.

Entendemos que cada intento fallido nos acerca al truco. Es como si en cada golpe alguien nos susurrara al oído algo así como “falta poco papi, sigue intentándolo” y lo único que tenemos que hacer es seguir intentándolo. 

Es una manera muy particular de aprender y de saborear la pequeña felicidad de nuestras vidas.

Documentando Skateboarding

2024 - Stand/By Project - Derechos reservados | Política de Cookies