De Groove Jams a Groove Sessions en Mundo Loco

El músico nacional Daniel Espiliz nos cuenta sobre el proceso de adaptación que han tenido que enfrentar en su proyecto The Groove Jam, evento que se celebraba todos los martes en el escenario de Mundo Loco, en San José Costa Rica. Un espacio para los amantes de la música en vivo y la improvisación.

Debido a la Pandemia y a las Restricciones Sanitarias que se han implementado en el país, The Groove Jam ha pasado, temporalmente a llamarse Groove Sessions y ahora se presenta de forma virtual en sus plataformas digitales.

The Groove Jam en Mundo Loco.

Entrevista con Daniel Espiliz.

Por Olman Torres / Fotografías Agustín González.

Hola Dani, a ver, veníamos hablando entonces de que los “Jams de Blues” que se hacían en El Sótano pasaron a estar a cargo tuyo desde que se pasaron a Mundo Loco...

Si, cuando estábamos en El Sótano, yo era el encargado del “Jam de Blues”, eso se manejaba directamente con la administración del lugar.

Una vez que la administración decidió dejar de hacer los “Jams” en El Sótano, tuve que empezar a buscar otro lugar.

Lo tuanis de estos Jams Sessions es que llegaron a formar una comunidad muy fuerte de asistentes, músicos y amantes de la música, se llegó a convertir en una especie de sociedad.

La gente llegaba fielmente a los chivos y esa audiencia, una vez que terminamos con El Sótano, se quedó esperando a que pudiéramos seguir tocando en otro lugar. Para ese entonces la idea fue buscar un chante con mejor proyección y Mundo Loco nos abrió las puertas, un lugar más amplio y con mejores herramientas. La gente también se sentía más cómoda ahí.

Otra cosa buena es que ya Mundo Loco era un lugar donde llegaban muchos músicos, entonces fue más fácil poder incluir a otros músicos de la escena nacional a estos Groove Jams.

Obviamente la música en vivo es mucho más interesante cuando llegas a un bar, no se compara con poner música en una Rockola por ejemplo. Pero la vara de los Jams no es solo música en vivo, es algo que atrae a diferentes músicos a subirse a tocar al escenario sin saber muy bien que es lo que va pasar y están asociados a géneros específicos como el Jazz o el Blues, es música social, no es música que alguien inventó solo y la empezó a compartir con los demás. Es música que nació de la convivencia entre músicos y con una característica muy importante que es la improvisación.

Ahora hay Jams de Jams, yo he podido viajar un poco y conocer escenas en USA, por ejemplo, que es la cuna de este tipo de música. Lugares como New York, que es como la capital del Jazz, donde se encuentran músicos de todo el mundo y ahí lo que se le hace mucho es el Jazz, con códigos muy particulares.  Los músicos de Jazz son músicos muy estudiados y cuando un músico de estos llega a un escenario de un Jam de Jazz él prácticamente sabe todo lo que va pasar. En este sentido son Jams mucho más predecibles. En cambio con el Blues son menos académicos, más callejeros y por decirlo así, más informales, son escenarios donde los músicos pueden aprender al mismo tiempo que pueden tocar.

¿Cuánto tiempo llevas involucrado en este proyecto?

Desde que empezanos en El Sótano, que fue un lugar muy especial, porque ahí se gestionaron y se hicieron en un momento donde no habían lugares para eso, y habíamos muchos músicos en ese momento que queríamos tocar. Yo fui parte de esos músicos, llegaba todo nervioso y chiquillo a tocar, me sirvió mucho de aprendizaje.

Y lo cool de todo esto es que no es solo aprender a tocar, porque muchos ya habíamos estudiado música, más bien es aprender a estar en un escenario, saber como conectarse con la gente, temas técnicos, como conectar los instrumentos, como interactuar con los otros músicos, conocer el repertorio etc.

Daniel Espiliz.

¿Hay ensayos previos antes de empezar a tocar en estos Jams?

Los Jams generalmente cuentan con un “House Band”; son músicos que se conocen y más o menos saben que es lo que van a tocar. Pero lo cool de los Jams es no saber con quien vas a tocar, no saber qué vas a tocar y no saber que va a pasar.

De ahí se empiezan a construir niveles, hay Jams más básicos de bajo nivel hasta Jams de muy alto nivel.

¿Cómo filtran ustedes la calidad o el nivel de los músicos en estos Jams?

Ahí se toman en cuenta muchas circunstancias,  y hacerlo en base a la realidad que tenemos acá. Primero es formar una sociedad donde los músicos se puedan conocer y ahí también conocer el nivel de cada músico. No podemos tirar muy alto desde el principio, lo primero es saber quienes pueden estar interesados y aportar musicalmente.

Ya con ese paso, podemos empezar a hacer la gestión que he venido haciendo yo durante todo este tiempo, que es invitar a los músicos, conocerlos, de ahí armar los combos para tocar y pasarla bien..

¿Hay que administrar el Chivo?

Claro, porque al final la gente que llega a ver un chivo de este tipo, paga su entrada y consume, y hay que darle la calidad al público para que sea rentable para todos, para el dueño del lugar, para los músicos y para el público.

Entonces hay que saber hacer el Jam para que tenga la calidad de principio a fin. Es un balance.

Ahí entra mi gestión y una serie de reglas, hay una lista donde los músicos se anotan y ponen que instrumento tocan y ahí se arma el repertorio etc. Lo bueno de esto es generar un espacio donde la gente sepa que en ese lugar durante ciertos días de la semana existe un espacio para tocar y disfrutar, y que está abierto al público y a los músicos que quieran tocar.

Una ves nos pasó que llegó un pianista de New York , Emmet Cohen, que había venido a dar unos conciertos, y alguien lo invitó a los Jams, y es un músico excelente. Se nos acercó súper humilde a preguntar si podía tocar y el aporte de ese mae esa noche fue increíble, una de las mejores noches que hemos tenido en Mundo Loco.

Así como él han llegado muchos músicos que han aportado increíblemente y son gente que llegan por una sola vez, porque estaban de paso y se enteraron del espacio.

Otra ves llegó un trompetista con la esposa, que estaban de vacaciones, y se enteró del lugar, el mae se iba del país un miércoles y el Jam era un martes y el mae llegó a ver y en el intermedio me preguntó si íbamos a tocar más, porque quería tocar pero tenía que ir al hotel por su trompeta, le dije que si y en el acto, dejó a su esposa en el bar, fue por la trompeta, volvió y tocó el resto de la noche, increíble.

Lo bueno de estas experiencias es saber que existen estos espacios, donde los músicos puedan interactuar y conocerse, tocar juntos.

¿Cuál es el aporte laboral, por decirlo de alguna forma, que generan estos espacios a los músicos nacionales que asisten a estos Jams?

Como te comentaba antes, hay un “House Band”, esos son los músicos que van a estar de principio a fin, y si no llega ningún músico esa noche a tocar, este grupo de músicos están preparados para tocar durante toda la noche para asegurarle al público que habrá música durante toda la velada. Ese “House Band” son músicos pagados, por ejemplo. Ahí es donde me toca a mi reclutar cada semana músicos para tener siempre al crew completo y preparado.

David Nick

¿Cuánto tiempo llevan en Mundo Loco?

Podría decir que oficialmente tenemos año y medio tocando en Mundo Loco, todos los martes de cada semana, hasta este año que por fuerza mayor no hemos podido volver a tocar en vivo…

¿Siempre había público esos días de la semana?

Si, se dice que los mejores días para hacer los Jams son los lunes, martes o miércoles porque son los días que los mejores músicos no están trabajando, usualmente los músicos trabajan los fines de semana, los días de más eventos, chivos o fiestas. Entonces esos días de la semana son los días que los músicos salen a “Jamear”

¿Se puede decir que para un músico salir a Jamear es más un placer que un trabajo?

Exacto mae, es ir a hanguear, ir a disfrutar de la música en un plano más relajado. Es una experiencia diferente para un músico porque pueden salir con los compas, pueden tocar música si gustan, un par de piezas y conocer a otros músicos y su trabajo etc. Hay una interacción muy enriquecedora.

¿Qué horario manejaban en Mundo Loco?

Los Jams de Mundo Loco siempre fueron muy cambiantes, el lugar siempre cerraba los martes a las 2:00 am y aveces nos quedábamos hasta las 3:00 am.

Empezábamos a las 8:00 pm pero llegamos a empezar casi siempre tipo 10:00 pm…

¿Empieza la Pandemia este año y que sucede con The Groove Jam en Mundo Loco?

Cuándo yo me enteré a finales de Febrero de que la Pandemia había llegado a Italia y empezaron a cerrar los partidos de Champions League, ahí vi que la vara se iba a poner fea, fue el 9 de Marzo cuando me dijeron a mi que todos los eventos que iba a tener durante el año estaban cancelados, y eran eventos súper importantes para mi, eventos muy producidos. Yo, por ejemplo, toco además con una banda que se llama Los Ajenos y teníamos varios conciertos que se tuvieron cancelar. Y con este proyecto The Groove Jam teníamos bastantes ideas.

La Pandemia rompió todo, hizo que todo colapsara y lo que teníamos planeado se tuvo que cancelar. Generó mucha incertidumbre, no sabíamos cuál iba a ser el panorama con los bares etc.

A la fecha no sabemos muy bien que vamos a hacer…

Con el tema de la música nos hemos tenido que adaptar, la producción musical se ha comenzado a comportar de manera virtual y ahí empezamos a gestionar la forma de llevar la música a nuestro público, de forma virtual.

¿Cómo lo han hecho?

Lo más complicado fue la falta de fondos para gestionar, y el reto era buscar quién nos podía apoyar, entonces aplicamos a este programa del Ministerio de Cultura y Juventud que se llama Becas Creativas y envíamos el proyecto, nos basamos en la importancia del espacio para los músicos y el público en general, especialmente para los amantes de la música de este género.

A ellos les gustó y nos han empezado a apoyar para seguir llegando a nuestro público de manera virtual, por ahora.

“esta idea no deja de tener ese romanticismo y esa ilusión de ver crecer la escena, de ver crecer el género musical”.

Supongo que hay muchos gremios dentro del mundo de la música, está la música como un medio de entretenimiento pero también están proyectos como este que van dirigidos a un público más puntual que son los músicos amantes de este género específico.

Algo que he aprendido, yo al menos, por ejemplo trabajando con Los Ajenos, probablemente una de las bandas más productivas del país, casi 5 años con ellos, es que las ideas tienen que ser productivas para que sean realizables, digamos que si me quedo solo haciendo música para sectores muy selectos dentro del mundo de la música llamémoslo “Músicos” entonces no va terminar de ser una idea rentable, y tener ideas que no terminan de ser rentables son más difíciles de realizar.

Este proyecto es tanto para músicos como para un público que llega a disfrutar, entonces hay que tener un balance. Pero esta idea no deja de tener ese romanticismo y esa ilusión de ver crecer la escena, de ver crecer el género musical, no solo se hace para hacer dinero, hay una gestión cultural detrás que también nos obliga a invitar a la gente a disfrutar de la música.

Mundo Loco y The Groove Jam son simplemente una oferta más dentro de la ciudad para tener un lugar donde escuchar un tipo de música específica y es parte del menú de la vida nocturna que puede ofrecer una ciudad.

Tener este espacio en Chepe es un plus para la gente que viene de afuera, saber que pueden ir a ver y escuchar este tipo de música, disfrutar y compartir.

¿Es una necesidad?

Si, es una necesidad cultural, musical y de entretenimiento para la ciudad y una oferta más para el público.

Andrés Cordero.
Aaron Montero.

Cuéntanos de la producción virtual de este proyecto ¿Cómo han hecho para adaptarse y lograr transmitir el proyecto?

Para este proyecto, empezamos por cambiar el nombre de The Groove Jam a Groove Sessions porque al ser grabado es un poco más “planeado”, más producido digamos.

Tratamos de sintetizar la escencia del Jam en una sesión virtual, sin embargo es complejo porque lo que la gente está esperando en redes y en internet es algo bastante producido, algo que los entretenga en relación a todo el resto del contenido virtual que existe, hoy en día la gente está inmersa en un sin fin de contenido de marcas, promociones, influencers, bloggers, etc.

Entonces es complicado competir con todo eso y para nosotros, los músicos, que de un día para otro nos dicen que ahora no podemos tocar en vivo pero tenemos que buscar un espacio para hacer un concierto con audio perfecto, video perfecto, luces, producción, son demasiadas tareas y con prácticamente nada de presupuesto. Nos hemos tenido que adaptar en tiempo récord.

En nuestro caso optamos por citar a una serie de músicos y tocar en vivo pero grabando todo de manera que quede un producto audiovisual que se pueda transmitir a través de las plataformas digitales.

Primero calentamos un poco entre los músicos, una vez listos, empezamos a tocar y a grabarlo todo. Con un solo filmer y cuatro cámaras montadas en trípodes.

Ojalá esto sea temporal o al menos que lo podamos seguir haciendo pero paralelo a las sesiones presenciales, pero por el momento es un tema bastante incierto.

¿Quiénes participaron en esta primera sesión?

Aron Montero (Batería), Andrés Cordero (Bajista), Jose Elizondo (Sax y teclado), David Nick (Voz), Priscila Castro (Voz) y mi persona.

Todos ellos eran parte de las sesiones The Groove Jam que hacíamos los martes en Mundo Loco y que esperamos seguir hacendo más adelante.

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